Bonita historia que me manda Lore para que postee.
En 1969, John y Anthony, dos australianos que vivían en Londres, descubrieron que en los almacenes Harrods vendían una cría de león.
Sí, así tal cual, como si de cachorro de caniche se tratara.
Los chicos decidieron comprarlo y tenerlo como mascota, pero con el tiempo vieron que el león, al que bautizaron como Christian, era ya muy grande para vivir en casa.
Así que con la ayuda de unos amigos, lo enviaron a Kenya a la Reserva Nacional de Kora, y el animal pudo disfrutar de la compañía de otros leones.
Pero lo bueno de la historia vino un año después, cuando estos dos chicos australianos decidieron ir a visitar al león.
Se les dijo que tuvieran cuidado, porque después de un año, el animal no los reconocería.
Aún así, ellos fueron.
Y esto fue lo que pasó.
El último que cierre la puerta 