Hoy os presentamos a Nina Katchadourian, artista de profesión.
Pero no traemos fotografías, esculturas, pinturas, ni nada por el estilo.
Os vamos a remitir a una temporada de 6 semanas que transcurrió en 1998, tiempo en el que Nina, quien sabe si aburrida de trabajar, o inspirada por alguna extraña musa, decidió dedicarse a remendar toda telaraña que veía a su alcance.
Y así, hizo cosas como las siguientes: