Cuando era pequeño, me encantaba calcar dibujos.
Supongo que se debía a que nunca he tenido mucho arte a la hora de dibujar, y de esa forma me autoengañaba un poco viendo que con mi propio lápiz podía hacer composiciones bastante elaboradas.
Pero aún así, tenía su gracia. Copiabas sólo las partes que te interesaban, improvisabas con el resto, coloreabas a tu gusto…
Ha sido mi visita habitual al ático de Remedios la que me ha traído estos recuerdos. Y es que desconocía que varios artistas urbanos juegan con una técnica parecida.
Es el caso de Michael Neff, un fotógrafo que se ha dedicado a dibujar con tiza el contorno de las sombras que se ha ido encontrando por la ciudad.
Es increible ver como una simple tiza de color, y elementos tan simples como una farola o una valla, crean espacios propios de dibujos animados.
Mirad, mirad si no…
Me encanta.
Wenissimo!! Pero seguro que te pones a hacerlo por aquí y como te pille la poli te quitan hasta los puntos del carné!
Para hacer las pinturas de día lo haría rápido, ya que si no se le movería el calco
Ke bonito!!!